Nota no apta para anti-marketineros ni dientes sensibles…
En verano es normal que seamos cabeza fresca. O sea, que todo nos importe “un ¼” (o un tremendo cucurucho…).
Ah, qué justo!. Ya hablamos sobre las piletas y recordamos la pista de patinaje sobre hielo. Ahora, obvio, llegó el momento de compartir un helado!.
Vamos a hacer un análisis estival. Eso no significa que sea light, sino asimilable aunque estés con todos los sentidos metidos adentro del calórico pote.
En el cremoso mercado de Junín hay híper competencia, y no precisamente de precios congelados… Entonces?. La heladería que no sorprende, conecta y emociona a la gente, más que en el freezer, está en el horno…