Y sí, estamos mal pero vamos “pior”…
Estoy pasmada. No, ojalá fuera paspada. Pas-ma-da. Sí, por la corrupción de la que menos se habla, pero que también tiene serias consecuencias…
La comunicación del gobierno me está haciendo comprobar una de las hipótesis de mi nota anterior. Las pifiadas no son precisamente por mala intención. A veeer… Dicho con elegancia: no les da para otra cosa.
Más que en “emergencia ocupacional”, estamos en “emergencia intelectual” (Jorge Asís dixit).
Parafraseando al apocalíptico Navarro de C5N: “Esto es graaaave”. Todo el tiempo (ni hablar en Junín), escuchamos o leemos a quienes no saben expresarse ni por vía oral ni escrita. Dicen oquedades o frases hechas que, encima, son repetidas por los medios con asombrosa “normalidad”.
Ahora parafraseando a Arjona: El mundo Pro cabe en 2 palabras. “Juntos podemos. Queremos progresar. Nos merecemos ser felices” (ah, guarda que ahí son 4). Y bla bla bla…
“Tampoco hay que rebuscar en la academia palabras para ver quién te las premia”, sigue el “pueta” guatemalteco. Pero algo un cachiiiito más elaborado, más digno de gente preparada. ¿Es mucho pedir?. Confirmado que sí.